La Junta aprueba un decreto pionero que convierte a Castilla y León en la primera comunidad autónoma que regula los alojamientos de turismo rural por categorías. Casas rurales, hoteles rurales y posadas dispondrán en un año de una a cinco estrellas verdes, de forma similar a los establecimientos hosteleros, en función de sus instalaciones, equipamientos y servicios ofertados.
Una de las principales novedades de esta norma es la catalogación de los 4.077 establecimientos existentes en la Comunidad dentro de las figuras de casa rural, hotel rural y posada.
Aparte de otras modificaciones, el decreto presenta criterios de homogeneización que favorecerá la comercialización e incluso una internacionalización del turismo rural.